pos que cumplí años. que me regalaron un regalote que me da miedo sacar de la casa porque ya me conozco como soy de distraída y temo perderlo. que no hubo fiesta fiesta. que es la primera vez en todos mis cumpleaños. se sitió raro, pero ni modo. yo nunca quería crecer. ayme pan. y me gustan los piratas. verdaderos.
ya casi no escribo. ni en cuadernos. cuando empecé con este blog, dejé los cuadernos, pero escribía. tecleaba. ya no. leo mucho. pero trabajos de mis alumnos. todos los leo. y me odian. circulo los errores de ortografía, les corrijo la sintaxis, pero los motivo ampliamente a que jueguen con las palabras. el juego, el mejor aliado. el juego alado. el juego al lado. (por cierto, debería de estar empezando con lo mucho que tengo por leer pa mañana)
extraño el teatro. más que a nada, extraño el teatro.
amo los perros y las gelatinas rojas, los días de calor, la bossa, regar mis plantas y platicarles, las canciones que invento, jugar las luchitas y ganar, nadar, bailar con los ojos cerrados, mis lugares comunes, tan comunes. mi casa, mis libros, los sábados. amo a mi familia y comprar mandado, los días en que me puedo peinar, el mes de mayo, a mi hombre que canta, las hojas de los árboles secas que salen de los libros, el tiempo libre, el piso de madera vieja, cantar en el baño de la escuela cuando no hay nadie, platicar frente al espejo sin darme cuenta.

tengo 27 años y hace unos días, ya muy noche, me senté en el sillón anaranjado frente a la ventanota, y me dí cuenta de todo lo que tengo. que es más que suficiente. que me llena el pecho. y entonces sólo pensé en agradecer y empezar a ver qué debo hacer para compensar todo esto. en eso ando. tres puntos.