martes, septiembre 30, 2003

necesito un desarmadorcitito.
hace como dos semanas se me rompieron mis lentes para el sol. se les rompió la patita que va a la oreja. mas vale que los vaya componiendo.

hoy estuve casi todo el día aqui en mi casa. ésta, creo, es la última semana que no trabajo los lunes (lástima, porque era como tener dos domingos). nomas como dos horas salí a comprar cosas para el craft work. iba caminando al centrito comercial que está a un lado de plaza carrusel, porque ahí está lluvia de regalos (sería como lo mismo que el home depot, pero para señoras craftis) y había un puestecito de lentes. y ya, me quedé un ratillo ahí probándome los que me gustaban. todos a cincuenta. nel, no me alcanzaba, lentes o chaquiras de colores. como siempre no me importó, que al final no compraría nada y seguí probándomelos. con todo y lentes puestos, volteé a ver a un bato que para esto, ya estaba parado a un lado de mí. yo te compro los lentes por un beso. entonces sí, me quité los lentes, abrí más los ojos, hice cara de estás bien guey papacito, y yo creo que mi cara, lo hizo repetirlo: sí, si me das un beso yo pago los lentes - cuánto cuestan? le preguntó al sr. del puesto. le contestaron y sacó el billete de una cartera negra de piel. yo seguía con cara de pendeja.

la escena:
él: como 27 años, o 30. vestido con un levis y una camisa azul claro, zapatos negros, peinado con mucho gel, risueño, no tan feo.
yo: una falda larga rosa, una camisetita rosa más fuerte, un morral naranja con negro, huaraches, sin bañar ni peinar.
el sr. del puesto: no se qué fregados traía, pero estaba muy interesado en la respuesta de la morrita desconcertada, que seguía con los lentes en la mano.

no, gracias, le dije, por fin, después de un rato. segura? cinco dólares por un beso, está bien. aquí solté la carcajada, regresó la aymé. y ahora sí, con toda la seguridad del mundo, le dije, no, te dije que no. gracias. volteé a ver al sr, le sonreí y empecé a caminar. luego llegué a la tiendita y me perdí entre las chaquiras, listones, lentejuelas, etc. hasta salir, me dí cuenta de que tenía que pasar por ahí otra vez, y sólo apresuré el paso al pasar frente al puesto.

ya en el carro, con el sol de las 4.30 entrando sin miramientos por el vidrio y directo a mis ojos, volvió a mi cabecilla la situación. más que nada, el tripear mi respuesta. igual y si esto hubiera salido en una plática de compas, yo hubiera podido pensar que si lo haría. que simón, que en mi actual estado de bachlorette, si podría darle un beso de un segundo a un bato que parecía no tener herpes labial, para tener lentes los próximos tres meses (promedio de duración de los lentes en mi poder). y pues nel. me seguí riendo. luego empezó una rola que no había escuchado hace mucho y que había estado cantando toda la mañana.

necesito un desarmadorcitito.

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