miércoles, septiembre 29, 2010

antier mi hija cumplió años y el día rompió record histórico por su clima tan caliente.
yo fui feliz. sonreí todo el día, sólo pensando en ella. ni el sudor que corría por mi espalda, a media clase, me sacaba de esta propia y privada dimensión. además, el clima fue buen pretexto para usar poca ropa.
al llegar a casa, mar dormía con mucha menos ropa que yo. la admire por unos segundos -de esos donde todo es silencio y pareciera que se blurea todo alrededor menos lo que ves fijamente-. una sonrisa vino de más adentro. desde ahí donde hace dos años todo se estremecía porque ella quería salir y sabía que había llegado el momento. y ahora, tan grande. larga y clara.

despertó y fuimos a celebrar comiendo pizza y viendo salir los pocos boletitos obtenidos de nuestros intentos por vencer a las máquinas.

yo hubiera querido llevarla a dormir en medio del bosque donde las estrellas tienen el brillo que deben o que despertara para reconocer a lo que huele el mar por las mañanas. pero esta vez el lunes no fue el mejor día para salir de la ciudad.

estos dos años me llenan el alma de serpentinas de colores y fuegos artificiales sin estruendos pero con muchas lucecitas.

no hay medida para esto que se siente y lo agradezco por las noches, con oraciones largas que son canciones que no riman

3 comentarios:

raul omar dijo...

te deseo lo mejor para ti y para Mar en su cumple!

paty blake dijo...

qué bonito, mar es libra :) felicidades dobles para mar y mamá

raul omar dijo...

saludos aunque ya no escribas en tu cuaderno. - yo soy libra tambien -